miércoles, 14 de julio de 2010

Mi humilde posición: matrimonio gay

Debo iniciar estas escrituras admitiendo que en poco tiempo he llegado a cambiar de opinión sobre éste "polémico" tema. El polémico vino entre comillas, porque me hace recordar a lo que en un remoto momento fue el sufragio femenino: para muchos algo normal, para otros una barbarie.
Anteriormente era conservadora e inocente, cegada ante lo que un colegio de monjas me había inculcado.
Sin embargo, la iglesia (No Dios), machista y excluyente para con las mujeres y los homosexuales, me ha brindado tantas decepciones, que actualmente sólo la considero una organización política que ha logrado durante muchos años moldear y ajustar el comportamiento de grandes masas a su conveniencia.
Sí creo en Dios. Un Dios que habla de igualdad de derechos. Un Dios que no acepta ningún tipo de exclusión ni diferencia entre sexo, ideologías o preferencias sexuales. Un Dios que no castiga por pensar o ser distinto.
Entonces un día me pregunté: ¿por qué no estoy de acuerdo con el matrimonio gay? ¿de qué modo me afecta que esos seres humanos se casen? Y luego de un largo análisis me respondí: EN NADA. Sencillamente, si soy 100% heterosexual y no me agrada el matrimonio gay, no me caso con otra mujer y listo ¿cierto?.
Si esos seres no nos hacen daño, ¿por qué tenemos que dañarlos a ellos prohibiéndoles un derecho del cual nosotros disfrutamos?

A continuación algunos de los argumentos conservadores totalmente refutables que hasta yo misma llegué a objetar un día...

Que Dios creó al hombre y a la mujer para reproducirse bla bla bla...

El Papa Juan Pablo II admitió un día que lo que se encontraba en las escrituras bíblicas era metafórico, y que, efectivamente, la teoría científica del hombre descendiendo del mono era cierta. (Claro que la biblia y los 10 mandamientos sirven como una buena referencia para un código de ética para el uso diario). Y, pues siendo cierta ésta teoría, bien sabemos que hay animales que se parean macho - macho y hembra - hembra.


Que la unión debe ser heterosexual para poder reproducir...
Como leí en un "retweet" a quien no puedo dar crédito porque se perdió en algún lugar de mi timeline... "Pensé que el matrimonio no era para reproducir, sino para amar". ¿Usted ve como función primordial de un matrimonio tener hijos? Si es así, hay que juzgar a las parejas heterosexuales que han decidido no tener hijos.
Esa visión del matrimonio es algo machista, pues ve a la mujer como una simple máquina de reproducción. (Y, disculpen por nombrar de nuevo a la iglesia, pero si fuese por ella nadie tendría relaciones por placer, sino únicamente por reproducir -descartando el uso de cualquier método anticonceptivo- )


Que "la familia es la base de la sociedad"...
El tergiversado por la iglesia, por los políticos y por la misma sociedad machista concepto de "familia", no se trata de un hombre y una mujer... A lo que la subjetividad (palabra que me encanta emplear para respetar opiniones de todos) me da pie a decir que la familia no es más que amor. Si mantienen esa famosa frase muy escuchada en derecho romano y en catolicismo, yo le respondo con otra a mi parecer más acertada: "la ley hace al hombre".
Durante años la iglesia y la sociedad nos han obligado a ver el concepto de familia como unión heterosexual, por ende lo que vemos distinto no nos parece "normal". Pero dígame, ¿si usted tuviera un concepto o ideología distinta a la que todos consideran normal, creería justo que por ello tuviera menos derechos que otros?

A muchos les pido... Pónganse un minuto en los zapatos de los demás. ¿Se imaginan que una ley les prohibiera casarse con la persona a quien aman? ¿Por qué vivir a las sombras de los demás?, Se asimila esto a cuando los negros no tenían los mismos derechos que los blancos. O tomando como otro ejemplo el caso de Israel, donde si no eres judío no tienes los mismos derechos que tienen otras personas -obviando que Israel no posee constitución, para no reconocer derechos humanos-.
Sí hay semejanza aunque la nieguen: sea por ideología, religión, color o preferencia sexual, todos somos iguales ante los ojos del Dios en el cual yo creo.

Que después van a querer adoptar hijos...
De eso aún no se habla. ¿Para qué adelantarse a los hechos? Déjenlos vivir su vida a plenitud, que a nadie están afectando, y si luego piden la adopción de niños, pues se debatirá y se determinará su respuesta a considerar conveniente o no.

¿Quiénes somos para juzgar o impedir que una persona no tenga los mismos derechos que el resto?
Ése no es Dios, ése es sencillamente el hombre, jugando a ser Dios.

1 comentario:

  1. Me gusta tu opinión. Comparto varias ideas, pero sostengo mi posición sobre la "no adopción" por parte de parejas gay por el simple y vasto hecho de ser innatural. Por dualismo -creo yo- deben existir ambos padre y madre en una familia al momento de criar. Si desean, en cambio, casarse sin tener hijos ¡sean libres de hacerlo!

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