viernes, 23 de julio de 2010

Apátridas, si somos.

Venezuela, el tercer país de mayor riqueza petrolera del mundo, con oro de 18 kilates, ganado y potencial primermundista mal administrado.

Este país sólo ha tenido un defecto: sus hijos.
Es que definitivamente, el venezolano no quiere a Venezuela.

Si hablamos del aspecto político... Es impresionante la apatía y pasividad del venezolano mientras ve como destruyen al país y lo quiebran económicamente desperdiciando su riqueza petrolera, ganadera, minera, gasífica, turística y natural. No es justificable en un país tan generosamente privilegiado la presencia de mala vialidad, los niños en la calles, la inseguridad, las fallas eléctricas, la falta de agua, la escasez de alimentos y pare de contar.
¿Apátridas? SI somos, al permitir que le cambiaran el nombre, la bandera y el escudo a nuestro país fuimos apátridas. Al no condenar las falsas promesas de "dignidad" a los indígenas o de "hogar" para los niños de la calle cuando hoy en día los vemos multiplicados pidiendo limosnas en las aceras, somos apátridas. Cuando todavía son muchos los abstencionistas en las elecciones, éste país está cundido de apátridas. Tenemos de gobernante a quien tenemos, por apátridas.

Si hablamos del aspecto deportivo... No intento descaradamente inculcar algo que llegue al extremo chauvinista ya que siempre he sentido simpatía por equipos deportivos extranjeros, pero no se me ha visto con camisas de los equipos de otro país ni tampoco celebro las victorias ajenas como "mías". Nunca olvidaré las palabras de Miku Fedor preguntándose ¿Por qué los venezolanos apoyan tanto a otros países si en ningún otro país dan algo por Venezuela? Lógicamente, si no empezamos por querer nosotros mismos a nuestro país, ¿quién lo va a querer?. Salen entonces los defensores del antipatriotismo: "bueno, pero es que Venezuela no es un país de fútbol, nosotros somos buenos es en béisbol..." Ajá... Entonces que alguien me diga ¿Ha visto usted a un argentino, a un italiano, a un alemán, a un brasilero o a un español colocarse una camisa de los leones del caracas o del magallanes porque son los mejores en béisbol? La respuesta probablemente es NO, y sin embargo, en este país es tan poco el patriotismo, que sacan esa excusa pero aún siendo nosotros tan buenos en béisbol hay mucha gente que se coloca una gorra o una franela de los Yankees o de los Red Sox. Y a los que buscan vínculos sanguíneos con otros países para rendirles culto... Allí cito a Rafael Dudamel cuando dijo en tono molesto "Me importan un pito las colonias o de donde sean tus padres, si naciste en Venezuela y vives aquí respeta a tu bandera y a tu selección".

Si hablamos del aspecto higiénico... Las playas más hermosas del planeta condenadas por los verdugos que lamentablemente son sus propios habitantes, los turistas venezolanos botando sus laticas de cerveza o malta. En la ciudad, no pasa un día sin que yo pueda ver la desagradable imagen de alguien botando basura en las calles. Y continuando con las citas, citaré a la típica maestra de primaria cuando uno chiquito botaba basura en el salón: "¿acaso tu botas la basura en el suelo de tu casa?".

En cuanto al aspecto cultural:
Tampoco digo que repentinamente ahora todos saldrán cantando música llanera... Pero podemos empezar apoyando al talento nacional aunque no se trate de géneros típicos venezolanos ¿cierto?. Aquí hay talento, de sobra y para todos los gustos (bandas de rock excepcionales, uno de los mejores directores de orquesta -que no me interesa cual sea su tendencia política, es excelente-, buenos representantes de la salsa y de la balada, del jazz, del reggea, merengue, y somos tan buenos, que hasta se han fusionado géneros y han nacido grupos venezolanos de ska, o una buena demostración de talento como lo es la de los chicos de vocal song, quienes hacen con sus voces el papel de los instrumentos).

En el aspecto humano...
Si, el venezolano anteriormente se caracterizaba por ser hospitalario, generoso y alegre. Últimamente veo un ambiente tenso, de amargura y de poca cooperación con el prójimo ante la inseguridad reinante. Son muy pocas las personas que se pararían en una carretera a auxiliar a un accidentado. Está bien... Esto está justificado por cuidar nuestra integridad física. Pero fíjense en algo curioso, me ha pasado ya varias veces: estoy en una cola, viene una ambulancia con sirena activada y soy la única en hacerme a un lado para que pueda pasar. ¿Qué pasó ahí?


¿Qué ha hecho mal esta tierra tan hermosa y bondadosa para merecer tanto desprecio de sus habitantes?
Sinceramente: el único problema de Venezuela... Es que hay muchos venezolanos.

miércoles, 14 de julio de 2010

Mi humilde posición: matrimonio gay

Debo iniciar estas escrituras admitiendo que en poco tiempo he llegado a cambiar de opinión sobre éste "polémico" tema. El polémico vino entre comillas, porque me hace recordar a lo que en un remoto momento fue el sufragio femenino: para muchos algo normal, para otros una barbarie.
Anteriormente era conservadora e inocente, cegada ante lo que un colegio de monjas me había inculcado.
Sin embargo, la iglesia (No Dios), machista y excluyente para con las mujeres y los homosexuales, me ha brindado tantas decepciones, que actualmente sólo la considero una organización política que ha logrado durante muchos años moldear y ajustar el comportamiento de grandes masas a su conveniencia.
Sí creo en Dios. Un Dios que habla de igualdad de derechos. Un Dios que no acepta ningún tipo de exclusión ni diferencia entre sexo, ideologías o preferencias sexuales. Un Dios que no castiga por pensar o ser distinto.
Entonces un día me pregunté: ¿por qué no estoy de acuerdo con el matrimonio gay? ¿de qué modo me afecta que esos seres humanos se casen? Y luego de un largo análisis me respondí: EN NADA. Sencillamente, si soy 100% heterosexual y no me agrada el matrimonio gay, no me caso con otra mujer y listo ¿cierto?.
Si esos seres no nos hacen daño, ¿por qué tenemos que dañarlos a ellos prohibiéndoles un derecho del cual nosotros disfrutamos?

A continuación algunos de los argumentos conservadores totalmente refutables que hasta yo misma llegué a objetar un día...

Que Dios creó al hombre y a la mujer para reproducirse bla bla bla...

El Papa Juan Pablo II admitió un día que lo que se encontraba en las escrituras bíblicas era metafórico, y que, efectivamente, la teoría científica del hombre descendiendo del mono era cierta. (Claro que la biblia y los 10 mandamientos sirven como una buena referencia para un código de ética para el uso diario). Y, pues siendo cierta ésta teoría, bien sabemos que hay animales que se parean macho - macho y hembra - hembra.


Que la unión debe ser heterosexual para poder reproducir...
Como leí en un "retweet" a quien no puedo dar crédito porque se perdió en algún lugar de mi timeline... "Pensé que el matrimonio no era para reproducir, sino para amar". ¿Usted ve como función primordial de un matrimonio tener hijos? Si es así, hay que juzgar a las parejas heterosexuales que han decidido no tener hijos.
Esa visión del matrimonio es algo machista, pues ve a la mujer como una simple máquina de reproducción. (Y, disculpen por nombrar de nuevo a la iglesia, pero si fuese por ella nadie tendría relaciones por placer, sino únicamente por reproducir -descartando el uso de cualquier método anticonceptivo- )


Que "la familia es la base de la sociedad"...
El tergiversado por la iglesia, por los políticos y por la misma sociedad machista concepto de "familia", no se trata de un hombre y una mujer... A lo que la subjetividad (palabra que me encanta emplear para respetar opiniones de todos) me da pie a decir que la familia no es más que amor. Si mantienen esa famosa frase muy escuchada en derecho romano y en catolicismo, yo le respondo con otra a mi parecer más acertada: "la ley hace al hombre".
Durante años la iglesia y la sociedad nos han obligado a ver el concepto de familia como unión heterosexual, por ende lo que vemos distinto no nos parece "normal". Pero dígame, ¿si usted tuviera un concepto o ideología distinta a la que todos consideran normal, creería justo que por ello tuviera menos derechos que otros?

A muchos les pido... Pónganse un minuto en los zapatos de los demás. ¿Se imaginan que una ley les prohibiera casarse con la persona a quien aman? ¿Por qué vivir a las sombras de los demás?, Se asimila esto a cuando los negros no tenían los mismos derechos que los blancos. O tomando como otro ejemplo el caso de Israel, donde si no eres judío no tienes los mismos derechos que tienen otras personas -obviando que Israel no posee constitución, para no reconocer derechos humanos-.
Sí hay semejanza aunque la nieguen: sea por ideología, religión, color o preferencia sexual, todos somos iguales ante los ojos del Dios en el cual yo creo.

Que después van a querer adoptar hijos...
De eso aún no se habla. ¿Para qué adelantarse a los hechos? Déjenlos vivir su vida a plenitud, que a nadie están afectando, y si luego piden la adopción de niños, pues se debatirá y se determinará su respuesta a considerar conveniente o no.

¿Quiénes somos para juzgar o impedir que una persona no tenga los mismos derechos que el resto?
Ése no es Dios, ése es sencillamente el hombre, jugando a ser Dios.